Como si se tratara de Santa Agueda, día en el que la mujer saca todas sus necesidades a relucir, se va de "boys", lleva objetos extraños en la cabeza y come tetilla... nos disponemos nosotros a celebrar nuestro día, el día del Inditexito.
Éste es un día muy especial para todos nosotros. Mientras están algunos descarriados lanzandose a la calle para conmemorar a los que lucharon por una mejora laboral hasta el punto de sacrificar su vida, y continuan peleando por nuevas mejoras... nosotros no. Nosotros somos diferentes. Hacemos como en las huelgas japonesas. Vamos a trabajar encantados porque decidimos que lo que otros llaman Día del Trabajador, reconocido casi mundialmente, para nosotros es un día festivo cualquiera...
Como si fueramos unos servicios mínimos, allí nos plantamos y nos disponemos a vender nuestras ocho horas por ochenta euros... Está bastante clara la semejanza entre la necesidad del hombre (ser humano) por tener un hospital con servicio médico y la de tener ropa de su talla en la tienda... ¿quién no es capaz de verlo?.
Y es que en realidad sólo hay que ser consciente de que Los mundos de Amancio es una realidad alternativa, más cerca de Iker Jiménez que del telediario. Una vez comprendido este hecho... ya nada debe sorprenderte.
Yo aún confío en que mañana de camino a esos mundos aparezca un OVNI con humanoides de seis dedos que me abduzcan y me firmen un justificante para excusar mi ausencia al trabajo... nunca se sabe.
Gracias a los que intentais que el mundo cambie aunque sepamos que nunca girará hacia el otro lado. Mañana pensaremos ocho (o tal vez nueve) horas en lo que pudo ser, pero este año no fue.